El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha convocado a los representantes gubernamentales de aproximadamente 10 países a una reunión crucial en la Ciudad de México. El objetivo principal de este encuentro, anunciado este miércoles en una conferencia de prensa, es deliberar sobre el incremento notable en los flujos migratorios y proponer una estrategia colectiva.
Sin embargo, el mandatario mexicano evitó profundizar en los detalles de la propuesta y no reveló la lista de los países invitados, aunque adelantó que incluiría a naciones del Caribe, Centroamérica y Sudamérica.
Esta convocatoria surge una semana después de que México se comprometiera a intensificar sus esfuerzos para mitigar la reciente oleada de migrantes en la frontera sur de los Estados Unidos. Entre las medidas acordadas, se destacan el incremento de deportaciones, interceptaciones y la apertura de diálogo con gobiernos de países clave en la ruta migratoria, como Venezuela, Brasil, Nicaragua, Colombia y Cuba.
AMLO enfatizó la necesidad de evitar un aumento en los flujos migratorios, citando los riesgos elevados que esto implica. La preocupación se extiende a la situación en la frontera de El Paso, donde según informes de CNN, las interacciones con migrantes se redujeron en un 30% entre el sábado y el lunes pasados.
Además, en San Diego, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos reveló este miércoles que se incrementaron las operaciones coordinadas con autoridades mexicanas, en una muestra de cooperación bilateral para abordar la crisis.
Aunque la implicación directa para Cuba aún no está clara, es probable que las discusiones en la Ciudad de México resalten la necesidad de colaboración regional y el establecimiento de políticas migratorias armonizadas. Las autoridades mexicanas ya han demostrado su voluntad de negociar con el gobierno cubano, lo que sugiere que la isla podría tener un rol en las deliberaciones futuras.
Con esta reunión, México busca no solo fortalecer la cooperación regional, sino también presentar una postura unificada que permita una gestión más efectiva de los desafíos migratorios que enfrenta la región. El diálogo y la acción conjunta emergen como pilares en la búsqueda de soluciones duraderas a una crisis que, hasta ahora, continúa evolucionando.