En un esfuerzo conjunto entre el gobierno de Estados Unidos y organismos internacionales, surge el programa ‘Movilidad Segura’, una propuesta que promete cambiar el panorama migratorio en América Latina. Esta iniciativa busca ofrecer a los migrantes rutas legales y seguras hacia Estados Unidos, eliminando la necesidad de enfrentar peligrosas travesías y situaciones de riesgo.
Un panorama preocupante
Año tras año, miles de latinoamericanos emprenden viajes llenos de incertidumbre con la esperanza de alcanzar una vida mejor en Estados Unidos. Muchos enfrentan desafíos como cruzar la selva del Darién o evadir a bandas criminales y traficantes. El programa ‘Movilidad Segura’ surge como una respuesta a esta problemática, ofreciendo alternativas legales y seguras.
Presencia en Latinoamérica
Hasta la fecha, Colombia, Costa Rica y Guatemala han inaugurado oficinas de ‘Movilidad Segura’. Estas sedes se dedican a informar y tramitar solicitudes de parole, asilo y refugio. Aunque Panamá aún no cuenta con una oficina, se prevé que en breve se anuncien nuevas aperturas en otros países de la región.
Un futuro prometedor
Con el respaldo del Departamento de Estado de EEUU, se espera que en el futuro cercano se inauguren alrededor de 100 instalaciones en toda Latinoamérica. Esta expansión contará con el apoyo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y organismos de la ONU, como ACNUR y OIM.
Detalles del programa
El programa piloto, con una duración de seis meses, tiene como objetivo principal facilitar el reencuentro familiar y otorgar permisos de trabajo temporal. En Colombia, las oficinas han procesado más de 11.000 solicitudes, enfocándose en refugiados y migrantes de nacionalidades específicas. Mientras que en Costa Rica y Guatemala, el programa se adapta a las necesidades y realidades de sus poblaciones.
Un llamado a la acción
Es esencial que los interesados se informen adecuadamente sobre los criterios de elegibilidad y procesos específicos de cada oficina. Aunque ‘Movilidad Segura’ ofrece una gran oportunidad, las decisiones finales recaen en el gobierno estadounidense.