La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) llevó a cabo un arriesgado operativo en las aguas del Estrecho de Florida, repatriando a 32 balseros cubanos que habían sido detenidos en tres embarcaciones precarias. El suceso tuvo lugar en aguas territoriales estadounidenses y se concretó en la mañana de ayer martes, según informó la agencia de seguridad marítima en un comunicado en Twitter.
En un intento por frenar la creciente crisis migratoria cubana, los guardacostas también trasladaron a 15 indocumentados a las Bahamas, ya que su intercepción ocurrió en los límites marinos de ese archipiélago. La declaración oficial incluye un llamado urgente a la prudencia dirigido a los cubanos, instándolos a no arriesgar sus vidas en el peligroso mar del Estrecho de Florida, que separa a Cuba y Estados Unidos por 90 millas.
Esta operación es solo una pequeña parte de la preocupante situación migratoria que afecta a Cuba desde 2021. La semana pasada, el Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) reportó que al menos 12,697 antillanos ingresaron a Estados Unidos en el mes de agosto. Entre ellos, 6,760 lo hicieron por tierra y 5,937 por mar. Estos cubanos corren el riesgo de ser deportados a la Isla a través de vuelos de repatriación que se han reactivado este año.
El pasado jueves 21 de septiembre, la Embajada de Estados Unidos en La Habana confirmó el sexto vuelo de deportación a Cuba, en el que fueron movilizados 35 migrantes cubanos. La administración de Joe Biden está repatriando a quienes portan el formulario I-220B, un documento entregado a migrantes liberados después de ser procesados por ingresar de manera irregular a Estados Unidos, ya sea por la frontera sur o la vía marítima.