En un intento por legalizar su situación migratoria en Estados Unidos, miles enfrentan el peligro de ser estafados por individuos que se hacen pasar por profesionales legales. La historia de Wendy López, una cubana que arribó a Estados Unidos en 2021, personifica esta cruda realidad.
Tras ser liberada de un centro de detención, contrató a quien creía era un abogado para su solicitud de asilo. Sin embargo, al llegar a la corte, descubrió el engaño, encontrándose al borde de la deportación. Esta situación refleja una problemática en aumento, donde falsos abogados se aprovechan de la necesidad y desesperación de los inmigrantes.
Wendy, como muchos, fue víctima de personas que, bajo títulos como “paralegales”, “notarios” o “preparadores”, ofrecen servicios legales, sobrepasando sus funciones permitidas que se limitan a llenar planillas.
Estas figuras engañosas ofrecen consejos y representación en corte, una práctica prohibida para ellos. En el caso de Wendy, se tuvo que argumentar ante la jueza de migración las circunstancias excepcionales por las que no había presentado su solicitud de asilo a tiempo. Afortunadamente, el argumento fue aceptado.
El escenario legal en Estados Unidos permite solamente a dos tipos de profesionales llevar casos migratorios: los abogados licenciados en Estados Unidos o los representantes acreditados ante el Departamento de Justicia.
Si la persona contratada no pertenece a un colegio o barra de abogados, lo más probable es que esté siendo engañado. La verificación de la legitimidad de un abogado es un proceso sencillo que se puede realizar en línea, en el sitio web de la barra de abogados del respectivo estado.
¿Qué hacer ante un engaño de esta naturaleza? La primera acción recomendada es contratar a un verdadero abogado y formular una denuncia por “deficiencia de asistencia jurídica”. Esta acción podría incluso resultar en cargos criminales contra los impostores por actuaciones no autorizadas.
Muchos optan por contratar supuestos “paralegales” con el afán de economizar en los trámites, pero esta decisión podría resultar más costosa a largo plazo. Se arriesgan a perder dinero, tiempo y la oportunidad de legalizar su situación migratoria en Estados Unidos.
Es crucial entender que los verdaderos paralegales siempre operarán bajo la supervisión de un abogado licenciado en Estados Unidos. Los riesgos de caer en estafas migratorias son altos, y las consecuencias, devastadoras.
La historia de Wendy López resalta la importancia de la educación y la verificación en el proceso migratorio. También pone de manifiesto la necesidad de medidas de protección más robustas para los inmigrantes frente a estafas.
Las autoridades y organizaciones legales continúan trabajando para educar a la comunidad inmigrante sobre cómo evitar estas estafas y qué hacer en caso de ser víctima de una.
La lucha por una migración segura y legal continúa, siendo imperativo que los inmigrantes estén bien informados y protegidos en su travesía hacia la legalización en un país que promete nuevas oportunidades y un futuro mejor.