En un veredicto histórico, un jurado federal en Miami ha declarado culpable a Javier Hernández, residente de Miami Beach, por su participación en las operaciones de un grupo de crimen organizado transnacional denominado ‘La Mafia Cubana en Quintana Roo’. Este grupo se dedicaba a diversas actividades ilícitas, incluyendo el contrabando humano, el robo de embarcaciones y vehículos motorizados, y el lavado de dinero.
Las pruebas presentadas durante el juicio revelaron que Hernández, de 50 años, junto a su coacusado Ramón Reyes Aranda, de 38 años y oriundo de Naples, se dedicaban a sustraer embarcaciones en la costa oeste de Florida. Reyes Aranda se encargaba de identificar los objetivos, mientras que Hernández se ocupaba de transportar las embarcaciones robadas a México, donde eran utilizadas para financiar y facilitar las actividades ilícitas del grupo criminal. Cabe destacar que Reyes Aranda ya se había declarado culpable de participar en una conspiración de lavado de dinero antes de que comenzara el juicio.
La Fiscalía Federal del Distrito Sur de la Florida detalló que la propiedad sustraída, que incluía botes y otras embarcaciones, era transportada a México para ser utilizada en el apoyo y promoción de las actividades delictivas de la organización. Además, se demostró que Hernández había transportado un vehículo a México con el objetivo de sobornar a un funcionario extranjero, asegurando así que el grupo pudiera continuar con sus operaciones de tráfico de migrantes sin interferencias.
Para contrarrestar las actividades delictivas de La Mafia Cubana en Quintana Roo, las autoridades policiales de Estados Unidos y México llevaron a cabo una extensa operación multinacional. Gracias a este esfuerzo conjunto, se logró identificar a varios ciudadanos cubanos residentes en México que formaban parte de la red criminal. Entre ellos se encuentran José Miguel González Vidal, Reynaldo Abreu García, Yohismy Pérez González, Yosvani Carbonel Lemus, Reynaldo Crespo Márquez y Jancer Sergio Ramos Valdés, quienes enfrentaron cargos por su participación en la organización.
Con relación al contrabando humano, la fiscalía explicó que los miembros de la red criminal extorsionaban a los migrantes y a sus familias, exigiendo pagos de rescate de hasta $10,000. Aquellos familiares que podían pagar eran testigos de cómo sus seres queridos eran liberados y enviados a la frontera entre Estados Unidos y México. Sin embargo, aquellos que no podían afrontar el pago, veían cómo sus familiares eran brutalmente maltratados.
A pesar de que los acusados se encuentran bajo custodia y a la espera de juicio, las autoridades estadounidenses han advertido que la organización ha intentado continuar con sus operaciones desde la cárcel, buscando obstruir la justicia y distribuir contrabando.
Las audiencias de sentencia para los acusados están programadas para noviembre y diciembre en Miami, con Reyes Aranda siendo condenado el 15 de diciembre a las 10 a.m. y Hernández el 5 de enero de 2024 a las 10:30 a.m.